Los Mejores Repelentes Para Mosquitos y Como Proteger tu Hogar

Un repelente de mosquitos es cualquier producto que tiene como objetivo ahuyentar a estos insectos (no eliminarlos). Suele usar sustancias que disgustan a los mosquitos para conseguir ese efecto, por ejemplo a base de citronela o esencia de ajo.

Los repelentes pueden presentarse en diferentes formatos, como velas, antorchas, sprays, difusores… Pero siempre persiguen el mismo fin: alejarlos de nosotros creando un área segura para que no nos piquen.

Dependiendo de las circunstancias en las que necesitemos repeler los mosquitos, será mejor utilizar un formato de repelente en concreto. Por ejemplo, para una excursión al bosque podemos usar un repelente portátil para llevarlo encima, y para el jardín o patio podemos usar un repelente difusor colocado encima de una mesa.

El Repelente de Mosquitos Thermacell es una opción idónea para estancias en el exterior ya que crea una burbuja protectora y tienen la ventaja de que:


✗ No hay que impregnarse la piel con sprays.

✗ No tiene llama visible.

✗ No crea olores ni humo.

✗ No hay que limpiar ni extraer los mosquitos.

Los repelentes crean una zona libre de mosquitos usando productos que repelen a estos insectos pero que son inocuos para los humanos.  

En el caso del repelente de mosquitos Thermacell, el repelente se difunde a través de la vaporización causada por el calor. Thermacell lleva una pequeña carga de combustión que calienta las placas de repelente y dispersa el producto en el aire, creando el área de protección de forma cómoda, sin olores y silenciosamente.

• Para formar el perímetro de seguridad antimosquitos, Thermacell tarda sólo de 10 a 30 minutos, dependiendo del área y del clima. Funcionará mejor en el aire libre y en sitios donde no haya mucho viento, como jardines y patios.

Para empezar a usar el repelente Thermacell, sólo tienes que seguir unos pasos muy sencillos. Tanto el repelente portátil como el difusor funcionan con el mismo sistema, usando una carga de butano que calienta las placas impregnadas de repelente que, con el calor, esparcen el repelente en el aire.

Por lo tanto, el primer paso es colocar la placa de repelente. A continuación colocamos la carga de combustión, cerramos el aparato y lo encendemos con el botón de “ON”. Esperamos unos cinco segundos y pulsamos “START”. Enseguida tendremos una zona libre de mosquitos de 20m cuadrados.

Si no estás seguro de si el aparato está en funcionamiento, puedes mirar a través del agujerito de observación y comprobar si la luz naranja está encendida. Si no hay luz, vuelve a la posición de ON y repite el START rápidamente dos o tres veces. Comprueba el color de la placa: si está pálida o blanca es que se ha acabado y necesitas cambiarla. También deberías comprobar la recarga de combustión.

Cuando acabes de usar el repelente, ponlo en OFF y déjalo enfriar antes de guardarlo. A la hora de colocar los recambios, comprueba siempre que está en posición de OFF y frío.

Com hemos mencionado al principio, aparte de los Thermacell, existen los repelentes de toda la vida, a base de citronela (velas, geles...), y también sprays químicos para aplicar en nuestra piel. Te enseñamos algunos a continuación.

Repelentes de citronela 

Los repelentes químicos de mosquitos, en su gran mayoría, están hechos de un compuesto que ha sido utilizado por más de 40 años, conocido como DEET (N-Dietil-meta-toluamida) y que a día de hoy resulta ser igualmente efectivo para ahuyentar mosquitos.

Este compuesto se presenta en diferentes modalidades: lociones, cremas, rociadores, jabones de baño, roll on, entre otros. 

Los mosquitos, se sienten atraídos por el olor de la piel y el dióxido de carbono producto de la exhalación, al ser el DEET un compuesto químico, sus propiedades se han adaptado de forma tal que los mosquitos al entrar en contacto con la piel, sus sentidos sean bloqueados y no se acerque a la persona que se lo ha aplicado. 

Para empezar, debes de saber que en todos los casos debe leerse y seguir las instrucciones de la etiqueta. Para los niños entre los 2 y 12 años de edad, debe evitarse en la medida de lo posible hacer múltiples aplicaciones. Así mismo, la mayoría de los productos contienen entre un 25% y 35% de concentración de DEET.  En los niños debe utilizarse una concentración más baja, aproximadamente de un 10% de concentración de DEET, probando antes de aplicarlo en una parte pequeña de brazo y esperar si se muestra alguna seña de reacción alérgica. 

No debe tampoco aplicarse repelente en la cara directamente, si el niño (igualmente aplicable en caso de adultos) presenta picaduras frecuentes en el rostro, debe primero aplicarse el producto en las manos y después aplicarlo en la cara. 

Los factores que deben tenerse en cuenta a la hora de aplicar repelente en los niños son:

• Tiempo de exposición a áreas abiertas donde haya presencia de mosquitos.
• Exposición a mosquitos en zonas donde haya presencia de especies que contagien virus y enfermedades (determinado por la zona geográfica en que se encuentra).
• Reacciones alérgicas tanto a repelentes como a picaduras de mosquitos.