Tratamiento para Legionella
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El tratamiento para legionella incluye métodos químicos, físicos y tecnológicos avanzados para eliminar la bacteria en sistemas de agua. Los tratamientos químicos, como el uso de cloro, son efectivos y asequibles. Los métodos físicos, como la termalización, matan la legionella a más de 60°C. Las tecnologías avanzadas, como la radiación UV e ionización de cobre-plata, ofrecen soluciones duraderas. Para un control efectivo, se recomienda un enfoque profesional combinado.
Los tratamientos químicos son esenciales para el control de legionella en sistemas de agua. Se utilizan para desinfectar y eliminar la bacteria, previniendo así brotes. Estos tratamientos son efectivos, especialmente cuando se trata de sistemas complejos donde otras soluciones pueden ser menos viables. A continuación, se describen los productos más utilizados en el tratamiento legionella.
Cloro: Uno de los biocidas más efectivos y comunes en el tratamiento de la legionella en el agua. El cloro mata la legionella de manera eficiente al oxidar los componentes celulares de la bacteria. Se recomienda su uso en concentraciones adecuadas para asegurar la eliminación de legionella en todo el sistema.
Monocloramina: Una alternativa más estable al cloro, que garantiza el control de legionella a largo plazo en sistemas de agua. Aunque no es tan rápida como el cloro, proporciona una desinfección continua.
Biocidas Oxidantes y No Oxidantes: Otros biocidas como el peróxido de hidrógeno y el dióxido de cloro también se utilizan para el tratamiento de la legionella. Estos productos eliminan la bacteria al romper su membrana celular, asegurando así que el sistema de agua esté libre de legionella.
Los tratamientos físicos son otra opción eficaz para el control de legionella, ya que no requieren el uso de productos químicos, sino la manipulación de condiciones ambientales para eliminar la bacteria. Estos métodos son muy útiles para reducir el riesgo de contaminación en sistemas de agua. A continuación, se explican los principales métodos físicos utilizados en el tratamiento de la legionella.
Termalización: Este método consiste en aumentar la temperatura y para eso es importante saber ¿a qué temperatura muere la legionella? Hay que poner el agua por encima de los 60°C, ya que a esa temperatura muere la legionella. Es uno de los tratamientos más efectivos para sistemas de agua calientes. Para un control de legionella efectivo, se recomienda mantener esta temperatura de manera constante en áreas críticas del sistema.
Filtración: La filtración se realiza mediante el uso de filtros de membrana que eliminan físicamente las bacterias del agua. Este método es excelente para sistemas de agua potable, ya que evita que la legionella y otras impurezas circulen por el sistema. Aunque no mata la bacteria, es un paso clave en el control de legionella.
Limpieza y Desinfección de Depósitos: La limpieza regular de depósitos y tanques es crucial para evitar la acumulación de biofilms, los cuales proporcionan un refugio ideal para la legionella. Este proceso forma parte del mantenimiento preventivo necesario para el tratamiento de la legionella en el agua, ya que ayuda a mantener el sistema limpio y libre de bacterias.
El uso combinado de estos tratamientos físicos asegura que las condiciones del sistema de agua no favorezcan la proliferación de la legionella.
Las tecnologías emergentes han revolucionado el control de legionella, proporcionando soluciones más avanzadas, seguras y efectivas para su eliminación. Estos métodos permiten reducir la presencia de legionella sin el uso de productos químicos, lo que los convierte en una opción atractiva para sistemas sensibles. A continuación, se describen las principales tecnologías utilizadas en el tratamiento legionella.
Radiación Ultravioleta (UV): La radiación ultravioleta es un método eficaz para inactivar la legionella mediante la alteración de su ADN, lo que impide que la bacteria se reproduzca. Este sistema es particularmente útil para el tratamiento de la legionella en el agua, ya que no introduce sustancias químicas en el agua. Además, es ideal para sistemas cerrados donde se busca una desinfección constante.
Ionización de Cobre-Plata: Este proceso consiste en liberar iones de cobre y plata en el agua, los cuales eliminan la legionella al alterar sus procesos celulares y destruir su membrana. La ionización es muy efectiva para el control de legionella a largo plazo, y es una alternativa viable cuando se busca minimizar el uso de biocidas tradicionales. Este tratamiento avanzado asegura que la bacteria no pueda sobrevivir ni multiplicarse en el sistema de agua.
Ozonización: El ozono es un desinfectante muy potente que se utiliza para purificar el agua y eliminar microorganismos, incluida la legionella. Al igual que otros métodos tecnológicos, no deja residuos químicos, lo que lo convierte en una opción limpia y eficaz para el tratamiento legionella. La ozonización es especialmente útil en sistemas grandes donde se requiere un tratamiento continuo para garantizar la calidad del agua.
El uso de estos tratamientos tecnológicos avanzados asegura que el control de legionella sea efectivo a largo plazo, especialmente en sistemas de agua complejos donde las soluciones tradicionales pueden no ser suficientes.
Para determinar cuál es el mejor tratamiento legionella, es crucial comparar los diferentes métodos en cuanto a eficacia, costo y durabilidad. Aquí presentamos una comparativa de los tratamientos químicos, físicos y tecnológicos para el control de legionella, mencionando sus ventajas y desventajas en cada aspecto clave.
Tratamientos Químicos: Los tratamientos químicos, como el uso de cloro, son altamente eficaces. El cloro mata la legionella rápidamente al oxidar la membrana celular de la bacteria, mientras que la monocloramina es más estable y proporciona un control de legionella a largo plazo. Otros biocidas, como el dióxido de cloro, también son efectivos para el tratamiento de la legionella en sistemas de agua.
Tratamientos Físicos: La termalización es extremadamente eficaz, ya que al superar los 60°C, la legionella muere rápidamente. Saber a qué temperatura muere la legionella es esencial para aplicar este método correctamente. La filtración es eficaz para remover físicamente las bacterias del agua, aunque no las destruye. Por último, la limpieza de depósitos previene la formación de biofilms, que pueden ser un refugio para la legionella, asegurando así un tratamiento de la legionella en el agua más completo.
Tratamientos Tecnológicos Avanzados: Las tecnologías como la radiación UV y la ionización de cobre-plata son muy eficaces. La radiación UV daña el ADN de la legionella, impidiendo que se reproduzca, mientras que la ionización de cobre y plata altera los procesos celulares de la bacteria, eliminándola del agua. Estas soluciones avanzadas son fundamentales en el tratamiento de la legionella en el agua.
Tratamientos Químicos: El uso de productos como el cloro es generalmente más económico en el corto plazo. Sin embargo, la necesidad de aplicar productos químicos constantemente puede elevar los costos con el tiempo. A pesar de su bajo costo inicial, el mantenimiento continuo para asegurarse de que el cloro mata la legionella de forma constante puede aumentar los gastos.
Tratamientos Físicos: Métodos como la termalización y la filtración tienen un costo moderado, aunque requieren sistemas de apoyo y mantenimiento. Mantener el agua a una temperatura en la que muere la legionella implica un consumo constante de energía, lo que puede aumentar los costos operativos. La limpieza de depósitos, por su parte, varía según la complejidad y frecuencia de las limpiezas.
Tratamientos Tecnológicos Avanzados: Los métodos avanzados como la radiación UV y la ionización de cobre-plata tienen un costo inicial más elevado debido a la instalación de equipos especializados. Sin embargo, a largo plazo, estos métodos pueden ser más rentables, ya que eliminan la necesidad de aplicar productos químicos de manera constante.
Tratamientos Químicos: Aunque efectivos, los tratamientos químicos deben aplicarse de manera continua para mantener el control de legionella. Si el tratamiento se detiene, la bacteria puede reaparecer en el sistema.
Tratamientos Físicos: Mantener el agua a una temperatura en la que muere la legionella es una solución duradera si se mantienen las condiciones adecuadas. Los sistemas de filtración y limpieza de depósitos también proporcionan una protección efectiva siempre que se realicen inspecciones y mantenimientos periódicos.
Tratamientos Tecnológicos Avanzados: Los tratamientos como la radiación UV y la ionización son duraderos y efectivos a largo plazo. Estos métodos permiten un tratamiento de legionella en el agua sin la necesidad de aplicar productos químicos de manera continua, lo que los convierte en una opción sostenible y eficaz.
La Legionella se elimina con desinfección de sistemas de agua mediante biocidas y controlando la temperatura del agua.
La legionelosis se trata con antibióticos y cuidados médicos específicos para combatir la infección respiratoria.
El antibiótico más común para tratar la legionelosis es la azitromicina o la levofloxacina.
El tiempo de recuperación varía, pero generalmente la mejoría se observa entre 1 a 3 semanas con tratamiento adecuado.