Época de la Oruga Procesionaria
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La época más típica de la Oruga Procesionaria se encuentra en los meses de septiembre y octubre. Durante este período, estas peligrosas larvas, conocidas por sus peligrosos pelos urticantes, descienden de los árboles en largas filas, formando procesiones. Estas orugas son una amenaza para los árboles y pueden causar reacciones alérgicas en humanos y animales. Su ciclo de vida se caracteriza por una transformación completa, pasando de orugas a crisálidas y finalmente a mariposas. Su presencia en esta época del año requiere precaución y medidas de control para proteger la salud y la flora, Si quieres saber más acerca de cuándo es la época de la procesionaria te invitamos a seguir leyendo más a detalle nuestro artículo.
Tabla de Contenidos
La actividad de la oruga procesionaria está estrechamente ligada a su ciclo de vida y es influenciada significativamente por factores climáticos y geográficos.
La época de la oruga procesionaria de mayor actividad se sitúa generalmente entre los meses de invierno y principios de primavera. Esto varía ligeramente según la región geográfica, pero típicamente se observa desde finales de otoño, cuando las orugas son más visibles, hasta la primavera, cuando descienden de los árboles para enterrarse y pupar. Durante este período, es común ver sus nidos sedosos en los pinos y su movimiento procesional al buscar un lugar para la pupación.
En 2024, se ha observado que la época activa de la oruga procesionaria ha mostrado variaciones notables. Estas variaciones pueden atribuirse a una combinación de condiciones climáticas inusuales y cambios en los ecosistemas forestales:
Comparado con años anteriores, los siguientes cambios han sido particularmente notables en 2024:
El manejo efectivo de la oruga procesionaria, especialmente durante su época de mayor actividad, es fundamental para minimizar su impacto en las áreas residenciales y forestales. Aquí presentamos varios métodos y consejos prácticos para la prevención y el control:
El Collar Procerex para procesionaria es un sistema ecológico y efectivo contra la plaga. Permite la captura masiva de orugas interrumpiendo su descenso del árbol, por lo que es importante utilizarlo durante esta época del año. Gracias a su diseño, no hay ningún contacto directo con la procesionaria. Su éxito está garantizado por una masilla provista para rellenar cualquier espacio entre el tronco y el collar. Este collar es una trampa ingeniosa y simple para atrapar las orugas cuando bajan en procesión por los troncos de los pinos hasta el suelo, por lo que también hay que usarlo durante la época de descenso, entre febrero y abril.
Si las orugas de tu zona ya han bajado del pino y se han enterrado bajo tierra, los métodos anteriores no te servirán: es demasiado tarde para detener el descenso. Sin embargo, puedes atacar la plaga durante su siguiente estadio, cuando las crisálidas se conviertan en mariposas. Esto sucede en verano, cuando los machos adultos salen a reproducirse.
El Cubo Procerex utiliza trampas con feromonas para atraer las mariposas y así evitar su reproducción. Este Cubo para eliminar la oruga procesionaria tiene una alta capacidad de captura (2000 mariposas en 2 meses) y larga duración (hasta 9 semanas).
También puedes optar por una Cinta para árboles, que funciona de manera similar a los collares pero en vez de usar bolsas tiene una superficie adhesiva que atrapa e inmoviliza a las orugas, interrumpiendo su descenso y protegiendo a los árboles, aunque no resulta tan efectiva para eliminar la oruga procesionaria como los métodos mencionados anteriormente.
Si tienes alguna duda sobre los tratamientos para eliminar la procesionaria, puedes contactar con nosotros.
La gestión efectiva es necesaria para eliminar la oruga procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa). No solo implica tratar las infestaciones existentes, sino también implementar medidas preventivas y de control ambiental. Estas estrategias son fundamentales para minimizar el impacto de esta plaga en los ecosistemas forestales y en los entornos urbanos. A continuación, se presentan algunas recomendaciones clave:
Implementando estas estrategias de prevención y control ambiental, se puede lograr un manejo efectivo de la procesionaria del pino, protegiendo tanto la salud de los bosques como la de las personas y animales que viven en estos entornos. Estas acciones colectivas y conscientes son esenciales para mantener un equilibrio ecológico saludable y prevenir brotes severos de esta plaga.
La procesionaria constituye un peligro global. Los médicos recomiendan no tocar las orugas ya que a las personas les causa alergias y urticarias, incluso sin necesitar contacto directo, pues su pelo tóxico puede ser dispersado por el viento. Los efectos son especialmente perjudiciales para los niños, lo que hace más necesario el control de la plaga, muy presente en lugares donde suelen acudir los pequeños: parques, patios, jardines, casas rurales…
Además, este insecto es grave e incluso mortal para nuestros animales, como gatos o perros por lo que es importante eliminar la oruga procesionaria lo antes posible. También es peligrosa para los pinos, ya que se comen sus hojas, debilitándoles y propiciando otras plagas.
La procesionaria usa los pinos tanto para anidar como para alimentarse. Durante las primeras fases se comen las partes tiernas del árbol, produciendo amarilleces y marañas de seda en las hojas. Cuando las orugas crecen, las hojas infestadas llegan a secarse y a caer.
Durante los primeros años la procesionaria sólo afecta a árboles aislados, pero en dos o tres años puede infestar toda la zona del pinar, afectando a gran multitud de pinos que se quedarán enfermos y cada vez con más bolsas. Por eso es importante la prevención y la eliminación precoz de la plaga.
La intervención temprana es clave. El otoño es un buen momento para tratar las infestaciones, ya que es cuando las orugas son jóvenes y menos dañinas.
Las orugas procesionarias suelen ser más activas en los meses de invierno y primavera, especialmente de diciembre a abril.
La procesionaria es más peligrosa en invierno y principios de primavera cuando sus pelos urticantes están activos y pueden causar reacciones alérgicas graves.
La temporada de la procesionaria suele durar de diciembre a abril, durante los meses más fríos y principios de la primavera.