Ciclo de Vida de la Oruga Procesionaria
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Este ciclo comienza con la mariposa de la procesionaria depositando sus huevos en las acículas de los pinos durante el verano. Las larvas o orugas de esta especie, emergen de estos huevos y pasan por varias etapas de crecimiento, destacando por su comportamiento gregario y la formación de largas "procesiones" al desplazarse, lo que les otorga su nombre. Durante la primavera, estas orugas se transforman en pupas, dando paso a la emergencia de la polilla de la procesionaria, completando así su ciclo.
Tabla de Contenidos
El ciclo de vida de la procesionaria del pino es un ejemplo extraordinario de metamorfosis y adaptación en el reino de los insectos. A continuación, exploraremos en detalle cada etapa de este ciclo, desde la puesta de huevos hasta la madurez de la mariposa procesionaria.
El inicio del ciclo procesionaria comienza con la puesta de huevos. Durante los meses de verano, la mariposa de la procesionaria, tras completar su metamorfosis, se dedica a la reproducción. Esta mariposa de procesionaria deposita sus huevos en las acículas de los pinos, seleccionando cuidadosamente los lugares que ofrecen las condiciones óptimas para el desarrollo de sus larvas.
Los huevos, dispuestos en forma de masas o roscas, permanecen en los árboles durante varias semanas. Al finalizar este periodo, los huevos eclosionan, dando paso a la emergencia de las orugas procesionarias. Estas pequeñas larvas, conocidas como gusanos procesionaria en sus primeras etapas, son inicialmente de un tamaño diminuto pero crecen rápidamente, alimentándose de las agujas de pino.
Esta fase es crucial, ya que las condiciones ambientales y la disponibilidad de alimento influyen significativamente en la supervivencia y desarrollo de las orugas. La eclosión marca el comienzo de una de las fases más visibles y características del ciclo de la procesionaria: la etapa larval, en la que las orugas tejen nidos sedosos en los árboles y comienzan su famoso comportamiento procesional.
La fase larval de la procesionaria, comúnmente conocida como gusano procesionaria, es quizás la más distintiva y reconocible del ciclo de vida de este insecto. Tras la eclosión de los huevos, las orugas recién nacidas comienzan a alimentarse de las agujas de los pinos, su fuente principal de nutrición. Durante este período, experimentan una serie de mudas, pasando por diferentes estadios larvales, cada uno con características físicas y de comportamiento únicas.
La etapa de procesión en el ciclo de vida de la oruga procesionaria es una fase crítica y visualmente impactante. Después de pasar varios meses alimentándose y creciendo en los pinos, las orugas procesionarias se preparan para la siguiente fase de su desarrollo: la pupación.
La transformación final en el ciclo de vida de la procesionaria se produce cuando la pupa evoluciona hacia su fase de procesionaria adulta, convirtiéndose en la mariposa de la procesionaria. Este cambio representa la culminación de un proceso complejo de metamorfosis y marca el inicio de la etapa reproductiva del insecto.
La fase final del ciclo de vida de la procesionaria se centra en su reproducción, un momento crucial que asegura la continuidad de la especie. Esta etapa comienza con la emergencia de la mariposa de la procesionaria, que ahora está lista para reproducirse.
El manejo efectivo de la oruga procesionaria, especialmente durante su época de mayor actividad, es fundamental para minimizar su impacto en las áreas residenciales y forestales. Aquí presentamos varios métodos y consejos prácticos para la prevención y el control:
El Collar Procerex para procesionaria es un sistema ecológico y efectivo contra la plaga. Permite la captura masiva de orugas interrumpiendo su descenso del árbol, por lo que es importante utilizarlo durante esta época del año. Gracias a su diseño, no hay ningún contacto directo con la procesionaria. Su éxito está garantizado por una masilla provista para rellenar cualquier espacio entre el tronco y el collar. Este collar es una trampa ingeniosa y simple para atrapar las orugas cuando bajan en procesión por los troncos de los pinos hasta el suelo, por lo que también hay que usarlo durante la época de descenso, entre febrero y abril.
Si las orugas de tu zona ya han bajado del pino y se han enterrado bajo tierra, los métodos anteriores no te servirán: es demasiado tarde para detener el descenso. Sin embargo, puedes atacar la plaga durante su siguiente estadio, cuando las crisálidas se conviertan en mariposas. Esto sucede en verano, cuando los machos adultos salen a reproducirse.
El Cubo Procerex utiliza trampas con feromonas para atraer las mariposas y así evitar su reproducción. Este Cubo para eliminar la oruga procesionaria tiene una alta capacidad de captura (2000 mariposas en 2 meses) y larga duración (hasta 9 semanas).
También puedes optar por una Cinta para árboles, que funciona de manera similar a los collares pero en vez de usar bolsas tiene una superficie adhesiva que atrapa e inmoviliza a las orugas, interrumpiendo su descenso y protegiendo a los árboles, aunque no resulta tan efectiva para eliminar la oruga procesionaria como los métodos mencionados anteriormente.
Si tienes alguna duda sobre los tratamientos para eliminar la procesionaria, puedes contactar con nosotros.
La gestión efectiva es necesaria para eliminar la oruga procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa). No solo implica tratar las infestaciones existentes, sino también implementar medidas preventivas y de control ambiental. Estas estrategias son fundamentales para minimizar el impacto de esta plaga en los ecosistemas forestales y en los entornos urbanos. A continuación, se presentan algunas recomendaciones clave:
Implementando estas estrategias de prevención y control ambiental, se puede lograr un manejo efectivo de la procesionaria del pino, protegiendo tanto la salud de los bosques como la de las personas y animales que viven en estos entornos. Estas acciones colectivas y conscientes son esenciales para mantener un equilibrio ecológico saludable y prevenir brotes severos de esta plaga.
La procesionaria constituye un peligro global. Los médicos recomiendan no tocar las orugas ya que a las personas les causa alergias y urticarias, incluso sin necesitar contacto directo, pues su pelo tóxico puede ser dispersado por el viento. Los efectos son especialmente perjudiciales para los niños, lo que hace más necesario el control de la plaga, muy presente en lugares donde suelen acudir los pequeños: parques, patios, jardines, casas rurales…
Además, este insecto es grave e incluso mortal para nuestros animales, como gatos o perros por lo que es importante eliminar la oruga procesionaria lo antes posible. También es peligrosa para los pinos, ya que se comen sus hojas, debilitándoles y propiciando otras plagas.
La procesionaria usa los pinos tanto para anidar como para alimentarse. Durante las primeras fases se comen las partes tiernas del árbol, produciendo amarilleces y marañas de seda en las hojas. Cuando las orugas crecen, las hojas infestadas llegan a secarse y a caer.
Durante los primeros años la procesionaria sólo afecta a árboles aislados, pero en dos o tres años puede infestar toda la zona del pinar, afectando a gran multitud de pinos que se quedarán enfermos y cada vez con más bolsas. Por eso es importante la prevención y la eliminación precoz de la plaga.
El ciclo de la procesionaria consta de varias etapas: huevo, larva (oruga), crisálida y adulto (polilla). Las orugas son la fase más destacada y peligrosa.
La oruga procesionaria, en su ciclo de vida completo desde que eclosiona del huevo hasta que se convierte en una polilla adulta, generalmente dura alrededor de 8 a 10 meses.
Baja de los árboles en busca de suelos más bajos y cálidos en los meses de invierno, generalmente entre diciembre y abril. Durante este período, forman sus procesiones en busca de sitios adecuados para enterrarse y pupar en el suelo.
La temporada de la procesionaria suele durar de diciembre a abril, durante los meses más fríos y principios de la primavera.
Las procesionarias del pino desaparecen en mayo o junio cuando las orugas se convierten en pupas y, finalmente, en polillas adultas. Durante el invierno, bajan de los árboles en busca de sitios para pupar.
La procesionaria del pino tiene varios depredadores naturales, como aves como carboneros y herrerillos, así como insectos parasitoides y avispas parasitarias que se alimentan de las orugas.